Edición Noroeste

Un relevamiento del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), difundido días atrás, confirmó que Junín se encuentra entre las zonas bonaerenses con presencia elevada de arsénico en aguas subterráneas, lo que reavivó la preocupación de vecinos y autoridades sobre qué ocurre, a quiénes afecta, por qué sucede, qué impacto puede tener en la salud y qué medidas recomiendan los especialistas.

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Qué explican los especialistas y por qué Junín figura entre las zonas de mayor riesgo

El director de Ingeniería Química del ITBA, Jorge Stripeikis, sostuvo que la presencia de arsénico en las napas es “milenaria” y explicó que su origen está ligado a la formación de la Cordillera de los Andes, cuando la ceniza volcánica se extendió hasta el Atlántico. En Junín, como en otros municipios de la provincia, el compuesto aparece en valores que superan los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Stripeikis detalló que el arsénico ingresa al organismo bajo formas “inorgánicas” y recién en el hígado se vuelve orgánico, lo que reduce su acumulación. Aun así, advirtió que la clave es limitar la ingesta directa del agua contaminada, ya que el riesgo se concentra en el consumo y en la cocción de alimentos. Para el resto de los usos domésticos no se registran problemas.

El médico cardiólogo Jorge Tartaglione agregó que el compuesto “puede producir distintos tipos de enfermedades, como el cáncer de piel o de vejiga”, y recordó que en la Argentina provoca un cuadro específico: el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), que a largo plazo puede generar arritmias. Ambos especialistas remarcaron que el impacto es gradual y requiere años de exposición.

Qué pueden hacer los vecinos de Junín y qué dice el informe del ITBA

Los expertos coincidieron en que hervir el agua no elimina el arsénico, por lo que no sirve como método de protección. También aclararon que los purificadores domésticos comunes no son eficaces, aunque existen filtros específicos ofrecidos por algunas empresas para zonas con altos niveles de este contaminante. Ante la sospecha de contaminación, Tartaglione recomendó optar por agua embotellada.

El informe del ITBA registró niveles elevados en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Tucumán y La Pampa. En su plataforma, el instituto habilitó un mapa en tiempo real y convocó a los vecinos a sumar muestras para ampliar la base de datos. Junín figura entre los municipios con valores detectados en la franja roja, lo que implica mayor riesgo sanitario si no se refuerzan los controles y las fuentes alternativas de consumo.

La institución pidió a la ciudadanía que, ante dudas sobre la calidad del agua de su pozo o perforación, acerque una muestra en una botella plástica pequeña para su análisis. Señalan que contar con información detallada es clave para definir acciones locales de prevención y evaluar soluciones de abastecimiento más seguras.