Edición Noroeste

Las inundaciones que azotan al noroeste bonaerense mantienen en emergencia a los productores agropecuarios de Bragado, 9 de Julio, Carlos Casares y Bolívar, entre otros distritos, donde el exceso de lluvias ya afectó más de cinco millones de hectáreas, según la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).

Las precipitaciones recientes agravaron una crisis que se extiende desde principios de año, con siembras suspendidas, caminos intransitables y tambos aislados.

Leé también: Junín, Rojas y Chacabuco entre los municipios bonaerenses que tendrán mucho calor y pocas lluvias hasta enero

Bragado y 9 de Julio: zonas rurales bajo el agua y pérdidas que se multiplican

En 9 de Julio, la lluvia volvió a complicar una situación ya crítica. “Seguimos con alrededor de 190.000 hectáreas bajo agua y el 80% de los caminos cortados”, alertó Hugo Enríquez, presidente de la Sociedad Rural local. Las máquinas no pueden ingresar a los lotes y los productores están prácticamente inmovilizados. “El maíz y el girasol ya tendrían que estar terminados y la soja a pleno, pero todo viene muy atrasado”, explicó.

En Bragado, los campos también están saturados y los caminos rurales, destruidos. Las lluvias continuas frenaron la siembra de soja y maíz, y muchos productores temen perder la ventana de implantación. En la zona, los lotes que lograron sembrarse están bajo riesgo de perderse por el exceso de humedad y la falta de piso para trabajar. “Los equipos se hunden, no hay manera de entrar”, cuentan los productores.

Tambos aislados y caminos destruidos: la otra cara de la emergencia

La situación se agrava en los tambos del noroeste bonaerense, donde los recorridos para retirar la leche se triplicaron por los cortes de caminos. “Antes hacíamos 30 o 40 kilómetros, ahora tenemos que hacer más de 120”, explicó Érica Moro, presidenta de la Sociedad Rural de Carlos Casares. Los costos se disparan mientras las pérdidas crecen día a día.

En toda la región, los productores coinciden en que la campaña gruesa está prácticamente detenida. Si las lluvias no cesan en las próximas semanas, la siembra tardía será la única alternativa. “Estamos con el agua al cuello”, resumió un productor de Bolívar. En tanto, Carbap advirtió que la superficie anegada supera las cinco millones de hectáreas y que el impacto económico será millonario, con riesgo de pérdidas que se extenderán hasta la próxima campaña.

El noroeste bonaerense enfrenta una de las peores crisis hídricas de los últimos años, con caminos destruidos, campos aislados y una producción que se desangra día a día bajo el agua.