Edición Noroeste

En diálogo con Unnoba Radio, el rector de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba), Guillermo Tamarit, analizó el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada con amplio consenso en el Congreso.

La máxima autoridad universitaria advirtió sobre la falta de previsibilidad presupuestaria y la ausencia de una política educativa clara por parte del Gobierno nacional.

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Consultado sobre el impacto de la medida, Tamarit fue contundente:
“Yo creo que se enmarca en un conjunto de errores del Gobierno respecto a múltiples sectores. El día del maestro te veta la Ley de Educación Superior, el Garrahan quiere judicializar el tema de los discapacitados, no hay solución para los jubilados. También vetó la ley que construyeron los gobernadores respecto al financiamiento de las provincias. En el caso de las universidades, hace dos años que no tenemos presupuesto nacional y quedamos a merced del arbitrio del Poder Ejecutivo”.

El rector recordó que, ante esa situación, las universidades recurrieron al Congreso para buscar una solución: “El año pasado obtuvimos una ley y fue vetada. Este año recorrimos el mismo camino y también fue vetada. Lo más grave es que, además del veto, no hay ningún tipo de diálogo abierto a ningún tema”.

«El argumento del veto reconoce una pérdida del poder adquisitivo del 30%»

Tamarit remarcó que el propio decreto de veto reconoce una pérdida del 30% del poder adquisitivo de los trabajadores universitarios, pero lo usa como argumento para rechazar la norma. “Vivimos en una situación de anormalidad creciente. Vamos al Congreso y obtenemos un respaldo enorme, casi dos tercios en las dos cámaras, y de todas maneras es vetado. Y lo que es de extrema gravedad es que el Gobierno no tiene ninguna propuesta para hacer”, señaló.

En esa línea, cuestionó la falta de políticas educativas claras: “Después de dos años no hay nadie que sea capaz de establecer tres o cuatro líneas de acción del Gobierno en materia educativa que no sean el ajuste, recortar o la motosierra. Eso podrá haber sido un elemento inicial, pero de ninguna manera se puede constituir en la política educativa de la Argentina”.

“De cada 100 pesos, 95 son salarios”

El rector explicó cómo afecta a la gestión universitaria la ausencia de presupuesto:
“En condiciones normales, vos a principio de año sabés con qué recursos contás y proyectás prioridades. Hoy no. De 100 pesos que entran a las universidades, entre el 90 y el 95% son salarios. El resto, apenas un 10%, es lo que administra el Consejo Superior en cada institución. Pero de ese 10%, la mitad se va en gastos fijos: luz, gas, servicios. Entonces, lo que queda es insignificante”.

Y agregó: “No estamos pidiendo aumentos salariales, sino que los sueldos dejen de perder contra la inflación. Necesitamos presupuesto, el que sea, dentro del presupuesto nacional, y algún nivel de diálogo con las autoridades para establecer políticas de mediano y largo plazo. Hoy, lo que nos toca, es reclamar cuestiones muy básicas”.