Edición Noroeste

Gustavo Frederking, productor agropecuario y vicepresidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), se refirió al debate en torno a la gestión de la red vial rural con una postura marcada por la cautela, pero también con una clara demanda de eficiencia y transparencia. “La lectura que hago es que hay que ser cauto y podría llegar a ser una buena decisión”, señaló al ser consultado sobre los posibles cambios en el sistema actual.

Frederking admitió que todavía no hay definiciones claras: “Tampoco lo sabemos bien porque no tenemos precisiones al respecto”, aunque subrayó que “hay muchas cuestiones para resolver, para que se tengan en cuenta de cómo va a ser el sistema”.

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En cuanto al modelo vigente, explicó que “hoy por hoy tenemos un título que va a ser tercerizado, pero a ese título le tenemos que dar un formato”. Y añadió: “Me parece bien que, como venían, los caminos están en muy mal estado. Entonces, está bueno cuando algo está mal, cambiarlo”.

Respecto al financiamiento y la gestión, fue contundente: “Yo lo que creo es que los caminos, para que estén bien, dependen de dos cuestiones. Que se destinen los fondos y que haya eficiencia en el sistema”. Según Frederking, en los casos exitosos de la provincia de Buenos Aires “estamos hablando de que el 70% para arriba se afecta a la tasa de red vial”, lo que para él constituye el “punto principal: que se destinen los fondos”.

Pero no alcanza solo con eso: “Vos podés destinar fondos, pero no ser eficiente. Y entonces no va a ser efectivo. Tienen que darse las dos características”.

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En esa línea, destacó modelos alternativos de gestión como los consorcios o los entes descentralizados: “En la provincia de Buenos Aires, los casos que funcionan, aparte de que se destinen los fondos, es donde hay diferentes tipos de consorcios, donde hay entes descentralizados, donde normalmente hay algún tipo de intervención privada, o donde no está 100% en manos de… O sea, que no es responsable el municipio de llevar a cabo y adelante la gestión de los caminos”.

Mencionó casos como el de Capitán Sarmiento, donde “hay bastante de privatización y de tercerización”, pero también otros ejemplos con esquemas mixtos. “Lo importante son esos pilares. Con esos conceptos es que se pudiera llegar a tener caminos que empiecen a estar en condiciones”, sostuvo.

Sobre la tasa de red vial, volvió a marcar diferencias con los tributos convencionales: “La tasa de renta es una contraprestación que se tiene que brindar por la plata que uno destina a tales fines. Uno aporta el monto que el municipio decide, y ese monto se tiene que efectivamente destinar a los caminos. A diferencia de un impuesto, que quien lo recauda puede hacer con esa plata lo que quiera, según sus necesidades”.

La crítica central de los productores, dijo, es la falta de correspondencia entre el aporte y el resultado: “El descontento es que los caminos están muy mal y que la plata que se destina no está volviendo como debería”.

Para Frederking, el estado de los caminos rurales no es un tema menor: “Los caminos siempre venimos diciendo, es una parte fundamental. Es por un camino donde sale la producción. Un alimento que llega a Francia, o a cualquier país del mundo, en algún momento pasó por un camino rural”.

Y concluyó con un llamado claro a los gobiernos locales y provinciales: “Hoy por hoy tenemos máquinas cada vez con más tecnología, que son más anchas. Necesitamos que desde la política, desde los ejecutivos municipales, empiecen a entender de una vez que no pueden hacerse los distraídos. Tienen que empezar a cambiar el sistema, destinar muchos más recursos y ser más eficientes en la gestión de los caminos”.