La decisión del gobernador Axel Kicillof de desdoblar las elecciones legislativas provinciales, fijándolas para el 7 de septiembre, generó un fuerte impacto político en toda la provincia de Buenos Aires y ya tiene consecuencias concretas en el escenario local de Junín, donde distintos sectores del peronismo comienzan a alinearse en posiciones enfrentadas.
En conferencia de prensa, Kicillof explicó que su decisión busca «garantizar un calendario electoral serio» y anunció que enviará un proyecto para suspender las PASO en territorio bonaerense. Argumentó que la coexistencia de dos sistemas de votación distintos —boleta tradicional en la provincia y Boleta Única a nivel nacional— haría inviable realizar ambos comicios en la misma jornada. Según afirmó, “resulta inviable votar de esta manera. Es como realizar dos elecciones distintas un mismo día con un sistema nuevo” y advirtió que “se armarían largas colas, se generarían amontonamientos, sería un infierno”.
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Esta determinación no solo fue leída como una muestra de autonomía frente al kirchnerismo, sino que encendió una interna que ya venía latente dentro del peronismo bonaerense.

Los distintos escenarios que se abren en Junín
En Junín, esa tensión se expresa con claridad: de un lado, el espacio de Lautaro Mazzutti (La Corriente), el del exsenador Gustavo Traverso y varios gremios locales manifestaron su respaldo al gobernador. Del otro lado, La Cámpora evalúa presentar una lista propia, y aún no está definido si lo hará en conjunto con el Frente Renovador que conduce la exdiputada Valeria Arata o si el massismo juninense optará por competir con una boleta separada.
La posibilidad de que estos sectores no lleguen a un acuerdo amenaza con fragmentar al peronismo juninense, debilitando su presencia electoral frente a la oposición. La decisión de Kicillof, aunque respaldada por sus aliados, fue criticada por el sector que responde a Cristina Kirchner, que insistía en mantener la simultaneidad con las elecciones nacionales previstas para el 26 de octubre.

El gobernador se mostró consciente de las repercusiones políticas, pero defendió su postura: «No podemos exponer a nuestra gente a una elección caótica, colas eternas, confusión e incertidumbre«. Y si bien aseguró que la medida no implica un alejamiento del proyecto nacional, remarcó que «defender a la provincia es fortalecer el proyecto nacional» y aclaró que «no vengo a hablar de internas que se dirimen en otro lugar«.
En ese sentido, Kicillof señaló que su decisión responde a demandas concretas de intendentes bonaerenses, e incluso recordó que «la mayoría de los gobernadores desdoblaron sus elecciones con estos mismos argumentos«.
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Mientras tanto, en Junín el panorama es incierto. La falta de acuerdo entre los distintos espacios y la posibilidad de múltiples listas dentro del mismo frente abren la puerta a una elección con internas abiertas o, directamente, con una oferta electoral dividida. Las próximas semanas serán clave para saber si el peronismo local logra recomponer su unidad o si finalmente llega fracturado a las urnas.






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