Héctor Nardacchione (56), un vecino muy querido de Junín, perdió la vida este jueves en un accidente vial en Salta mientras realizaba una de sus habituales viajes laborales.
Durante años, trabajó transportando equipamiento de última tecnología para cirugías oftalmológicas, llevando a distintas provincias aparatología láser necesaria para intervenciones visuales.
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La trayectoria de Héctor en esta labor comenzó cuando trabajaba para el reconocido oculista Morro, quien fue pionero en el uso de esta tecnología en el país. Aunque Morro ya no realiza esta tarea, dos ingenieros de CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) asumieron la labor de alquilar esta aparatología a oftalmólogos de diferentes lugares de Argentina. Héctor se ocupaba del traslado de este equipo médico hacia distintas localidades, lo que lo llevó a recorrer ciudades como Cipolletti, Neuquén, Comodoro Rivadavia, San Luis y La Rioja.
La semana pasada, había completado una ruta que incluía Tucumán y Salta a bordo de una Citroën Jumper, vehículo propiedad de los ingenieros para quienes trabajaba.
Una vida llena de amigos y recuerdos
Además de su compromiso laboral, Héctor era conocido por su pasión por los autos y su grupo de amigos. Desde hace 30 años, compartía asados, peñas y viajes con amigos con quienes disfrutaban del TC 2000, una de las principales categorías de automovilismo argentino. Juntos siguieron de cerca el recorrido del piloto Gabriel Ponce de León, quien logró el campeonato en tres ocasiones, siendo una experiencia inolvidable para quienes lo acompañaban.
La noticia de su muerte ha generado consternación en su círculo cercano. Según sus allegados, el velatorio se llevará a cabo en intimidad familiar, con la presencia de su hermana, quien está en pareja con el martillero Francisco Corugeira. Héctor no tenía hijos, y su pérdida deja un vacío en quienes lo conocieron y apreciaron.






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