Edición Noroeste

El desarrollador Ernesto Portalet presentó los principales ejes del proyecto que se construye en el predio de la ex Fecovita, en Junín, una iniciativa que apunta a recuperar un espacio histórico abandonado y convertirlo en un multiespacio con propuestas gastronómicas, culturales, artísticas y de bienestar.

El impulsor del proyecto confirmó que la inauguración está prevista para principios de febrero de 2026 y que el objetivo central es potenciar a la ciudad como centro regional de mini turismo.

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De un predio degradado a un polo de actividades en un solo lugar

Portalet explicó que el proyecto surge a partir de la revalorización de terrenos que estaban en avanzado estado de deterioro, producto de años de abandono. El desarrollo se lleva adelante a través de un contrato de 20 años firmado por la cooperativa Idecon, sobre tierras de dominio federal pertenecientes a Belgrano Cargas, con quien ya se alcanzaron los acuerdos necesarios.

Lo más destacado del plan es la concentración de múltiples propuestas en un mismo espacio, algo que —según remarcó— hoy no existe ni en Junín ni en la región. El multiespacio prevé actividades sociales, culturales, artísticas, comerciales y gastronómicas, con servicios pensados tanto para vecinos como para visitantes.

Gastronomía, identidad y una apuesta al turismo de cercanía

“Apuntamos a posicionar a Junín como un centro regional de mini turismo, ofreciendo servicios variados en un solo lugar”, afirmó Portalet durante una entrevista en LT20 Radio Junín.

En ese sentido, subrayó que la ciudad tiene un gran potencial, pero que necesita infraestructura y propuestas de calidad para complementar atractivos consolidados como el Parque Natural Laguna de Gómez.

Entre los datos más llamativos del proyecto, el desarrollador confirmó la llegada de marcas gastronómicas reconocidas, que formarán parte del futuro complejo. Además, indicó que ya se completó la etapa de limpieza integral del predio y que actualmente se trabaja en “La Carucha”, concebida como símbolo del lugar y homenaje a los inmigrantes, un elemento identitario que buscará convertirse en uno de los íconos del nuevo espacio.

La ejecución, aclaró, será progresiva, pero con un horizonte claro: convertir un predio abandonado en un nuevo punto de referencia urbano y turístico para Junín y la región.