El Gobierno de Junín aumenta los controles y muestreos en el río Salado, canales y puntos críticos de la ciudad, este mes, para detectar y contener la posible presencia de larvas de barigüí.
El operativo estuvo encabezado por la Subsecretaría de Ambiente luego de las recientes lluvias e inundaciones.
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Monitoreos sin larvas críticas, pero con alerta activa
Los primeros análisis no detectaron masas críticas de larvas, aunque los equipos técnicos advierten que podrían aparecer cuando baje el caudal del río. En paralelo, continúan las fumigaciones contra mosquitos.
Cecilia Laffaye explicó que, en este contexto de lluvias e inundaciones, intensificaron la vigilancia porque estas condiciones favorecen la presencia del insecto. La funcionaria señaló que los muestreos iniciales dieron bien y que “no se observa una masa crítica de larvas”, aunque el seguimiento se mantiene reforzado.
Foco en el río Salado y en los canales que desembocan
Laffaye remarcó que el trabajo se concentra en el río Salado, donde el caudal y la correntada, junto con la vegetación y la materia orgánica, generan un ambiente propicio para la plaga.
La funcionaria añadió que, aunque por ahora no detectaron masas de larvas, “es probable que las mismas aparezcan una vez que baje el nivel del caudal de agua”, y recordó que ante esa situación se aplica control biológico con BTI.
También indicó que los muestreos se realizan cada año desde la primavera y que las cantidades encontradas hasta ahora son insignificantes en comparación con años críticos como 2017.
Además del río, monitorean los canales que desaguan hacia el Salado, incluidos los ubicados en la zona del Parque Industrial y áreas cercanas a lagunas, donde la vegetación y la materia orgánica arrastrada obligan a un control constante.






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