El gobernador Axel Kicillof reunió este viernes en el Parque Pereyra Iraola a más de cuarenta intendentes bonaerenses, que le manifestaron su apoyo tras la dura carta de Cristina Fernández de Kirchner, en la que la expresidenta lo responsabilizó por la derrota electoral del peronismo y calificó el desdoblamiento provincial como un “error político”.
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Respaldo político y mensaje de unidad
Durante el encuentro, los intendentes defendieron la estrategia que separó los comicios bonaerenses de la elección nacional y respaldaron la gestión provincial. “El balance fue muy positivo. Ganamos en 107 de los 135 municipios y se sumaron 34 bancas en la Legislatura”, destacó Julio Alak, intendente de La Plata.
Entre los presentes estuvieron Fernando Espinoza (La Matanza), Andrés Watson (Florencio Varela), Pablo Descalzo (Ituzaingó) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), entre otros referentes del conurbano. Desde los pasillos se repitió una frase que sintetizó el clima de malestar con el cristinismo: “Hacerle la guerra a Axel es ser funcional a Milei”.
El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, explicó que Kicillof pidió “no enredarse en discusiones internas” y recordó que “el único adversario es el presidente y sus políticas”. También anticipó que el encuentro sirvió para repasar los lineamientos del Presupuesto 2026, que el Ejecutivo provincial enviará en los próximos días a la Legislatura.
Kicillof busca cerrar la interna: “No hay tiempo para autopsias”
Sin responder de manera directa a Cristina Kirchner, el gobernador envió un mensaje hacia el interior del oficialismo. “No hay tiempo para autopsias”, dijo ante los intendentes, en una señal de que pretende concentrarse en la gestión y dejar atrás la interna.
En el entorno de Kicillof aseguran que la carta “no sorprendió” y que “repite argumentos amañados”. Consideran, además, que la decisión de desdoblar las elecciones fue clave para proteger las intendencias y la Legislatura provincial. Algunos jefes comunales incluso fueron más lejos: “La gente no quiere más a La Cámpora, no la quiere a Cristina ni a Máximo”, afirmó Ricardo Alessandro, intendente de Salto.
El gobernador intenta ahora reordenar al peronismo bonaerense tras la derrota y proyectar su gestión hacia 2026. Su entorno interpreta que el documento de Cristina Kirchner busca disciplinar políticamente al mandatario y reposicionar a su sector dentro del movimiento, en un escenario donde las diferencias ya dejaron de ser silenciosas.






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