La Sección de Investigaciones Cibercrimen Junín desmanteló un secuestro virtual extorsivo operado desde la Unidad Penitenciaria N.º 13 de Junín. «Es una puerta giratoria. Los familiares les llevan los celulares, está llena de celulares la cárcel, es un call center», advirtió una alta fuente de Seguridad local, en diálogo con Edición Noroeste.
La pesquisa, coordinada por la Fiscalía N.º 4 de Junín y el Juzgado de Garantías N.º 3, comenzó tras la denuncia de un joven que recibió amenazas por WhatsApp con datos de su hermana y fue obligado a transferir $500.000 a una cuenta vinculada a los responsables.
Un delincuente con «cartón lleno»
Las tareas incluyeron preservación de la cuenta de WhatsApp, trazabilidad de números, análisis de direcciones IP y pedidos de informes a empresas de telecomunicaciones y entidades financieras.
La investigación determinó que la maniobra se originó desde la UP N.º 13, y que el dinero fue depositado en una cuenta asociada al padre del interno de 22 años, quien cumplía condena por robo y contaba con 13 antecedentes delictivos.
Allanamientos y consecuencias judiciales
El martes pasado, por orden judicial, se realizaron allanamientos en el Pabellón 2 de la Unidad Penitenciaria N.º 13, donde se secuestró un celular Samsung, y en el Barrio San Martín de Junín, donde se incautó un teléfono Z Blade del familiar del interno.
Ambos fueron imputados por extorsión y quedaron a disposición de la justicia, mientras los dispositivos serán analizados forensemente. La Secretaría de Seguridad local destacó que el caso refleja la “creciente sofisticación de los delitos digitales” y la necesidad de coordinación entre fiscalías y fuerzas policiales.






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