Edición Noroeste

Un incendio en una casa de Morse casi termina en tragedia, pero la reacción inmediata del inspector Javier Duarte cambió el final. El martes por la mañana, mientras realizaba tareas de rutina, Duarte rescató a dos nenes de 4 y 7 años atrapados en medio del fuego.

El hecho ocurrió en el partido de Junín y los pequeños se encuentran fuera de peligro gracias a su intervención.

Leé también: Violento choque en la Ruta 65: un motociclista sufrió lesiones graves tras ser embestido por un auto

Una reacción clave en cuestión de segundos

Javier Duarte, integrante de la Agencia Municipal de Seguridad Vial, se encontraba realizando notificaciones en Morse cuando detectó humo proveniente de una casa. Al acercarse, escuchó los gritos de dos nenes desde el interior. “Vi que había un incendio y dos chicos que estaban a los gritos”, relató. Sin dudar, forzó el postigo de una puerta y logró sacarlos a tiempo.

“Después de sacarlos, me aseguré de que no quedara nadie adentro y llamé de inmediato a los bomberos del pueblo”, contó el inspector, aún conmovido. Asegura que las capacitaciones en primeros auxilios que recibió fueron determinantes: “En estas situaciones no podés dudar, tenés que actuar ya. El fuego te come todo en minutos”.

Los nenes estaban solos en la vivienda al momento del siniestro. Vecinos y bomberos llegaron minutos después para contener el fuego y asistirlos. La madre fue localizada y trasladada con ellos para recibir atención. La historia conmovió a todo Morse, que reconoce en Duarte a un verdadero héroe.

“Desde hoy, los nenes tienen un ángel de la guarda que se llama Javier Duarte”, dijo emocionada la delegada municipal Guillermina Sofía.

Reconocimiento institucional al servidor público

El intendente Pablo Petrecca, junto al subsecretario Mario Olmedo y autoridades de Morse, recibió a Duarte para reconocer públicamente su accionar. “Estamos orgullosos de contar con personal capacitado y, sobre todo, buena gente como Javier”, afirmó el jefe comunal.

Leé también: Junín: perdió todo en un incendio y se salvó de milagro

Más allá del acto oficial, lo que resuena en la comunidad es el coraje del inspector. Porque no fue un bombero de turno ni un entrenamiento programado. Fue un servidor público común en su rutina, que supo responder ante lo extraordinario.