En el corazón de Junín, una obra que parecía ser la clave para desbloquear la movilidad de la ciudad, sigue atrapada en el limbo de lo inacabado.

El paso bajo nivel de Rivadavia, un proyecto anunciado con bombos y platillos hace más de tres años, es un claro ejemplo de cómo la burocracia y las disputas políticas pueden paralizar el desarrollo y generar consecuencias devastadoras para la economía local.

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Presentaron un proyecto alternativo para el paso bajo nivel de Rivadavia, en Junín. (Foto: EN).
Presentaron un proyecto alternativo para el paso bajo nivel de Rivadavia en Junín. (Foto: EN).

El paso bajo nivel de Rivadavia, diseñado para aliviar el tráfico pesado y mejorar la conectividad entre las zonas de Junín y las vías del tren, se encuentra detenido desde 2022 debido a diversos problemas en la ejecución y falta de consenso entre las autoridades provinciales y nacionales.

Este proyecto, que prometía reducir la congestión vehicular y mejorar la seguridad en una de las arterias más transitadas de la ciudad, se ha convertido en una herida abierta para los habitantes.

Según fuentes cercanas a la obra, las demoras son consecuencia de múltiples factores, entre los que destacan la falta de fondos, los conflictos entre diferentes niveles de gobierno y los problemas de planificación. Aunque el gobierno local insistió en su relevancia para el desarrollo urbano, la obra sigue sin avances significativos.

Impacto económico

Más allá de las promesas de modernización, la parálisis del paso bajo nivel tiene un impacto directo y negativo en la economía local. El tráfico interrumpido y la falta de infraestructura adecuada afectan a los comercios y a los habitantes de Junín, que deben lidiar a diario con demoras en sus desplazamientos y la interrupción de rutas comerciales clave.

Conscientes del perjuicio económico y social que esta obra paralizada ha ocasionado, las autoridades municipales han implementado medidas para mitigar el impacto en los comerciantes locales. Se han propuesto alternativas para simplificar el proyecto original, con el objetivo de reducir costos y tiempos de ejecución, buscando una solución que beneficie a todos los actores involucrados. ​

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Con un futuro aún incierto, lo único claro es que la paciencia de los juninenses está llegando a su límite. La ciudad merece soluciones, no más promesas rotas.

Cronología de las distintas instancias que atravesó la obra

  • 18 de enero de 2021: se da inicio oficial a la obra del paso bajo nivel de Rivadavia, con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y locales. Se esperaba que la obra mejorara la circulación vehicular y la seguridad en una de las principales arterias de Junín.
  • Primer trimestre de 2021: comienzan los trabajos preliminares de la obra, como la reubicación de servicios y la adecuación del terreno. A pesar de los avances iniciales, los trabajos no avanzan al ritmo esperado.
  • Finales de 2021: la obra enfrenta demoras por problemas en la asignación de fondos y dificultades logísticas debido a la pandemia de COVID-19. Además, las autoridades locales informan sobre dificultades en la coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
  • Mediados de 2022: se produce una nueva ralentización en la obra debido a la falta de presupuesto. A pesar de los anuncios de reactivación, la obra se estanca por varios meses, dejando la zona afectada por el caos vehicular.
  • 2023: la obra sigue paralizada por una serie de conflictos políticos y técnicos. Los comerciantes de la zona expresan su malestar por la falta de avances, lo que afecta negativamente a la economía local. Se realizan promesas de reactivación, pero sin fechas claras de culminación.
  • 2024: A principios de 2024, la obra continúa en estado de inactividad. La situación sigue sin resolverse, afectando la movilidad de la ciudad y el comercio local. Las autoridades municipales y provinciales se comprometen a avanzar con el proyecto, pero aún no se han establecido plazos definitivos para su finalización.
  • 2025: La obra sigue sin avances significativos. La comunidad continúa esperando respuestas concretas sobre la reactivación y finalización del proyecto, y se mantiene el malestar por la falta de solución. Se presenta un proyecto alternativo para disminuir los costos.

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