La crisis en el sector agropecuario de Junín y la región vuelve a encender alarmas. Productores rurales señalan que la combinación de condiciones climáticas adversas y los impuestos a las exportaciones, conocidos como retenciones, están llevando al límite la sustentabilidad del campo.
Rosana Franco, presidenta de la Federación Agraria Argentina (FAA) Filial Junín, describió el panorama con crudeza en diálogo con Edición Noroeste: «Si los derechos de exportación son abusivos, en años de poca cosecha, como este, la situación es todavía peor. El clima nos está castigando mucho. Día a día se agudiza la falta de lluvias, con el agravante de altas temperaturas y poca humedad. Hay mucha angustia en el campo».
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A esta realidad se suma el malestar creciente hacia las políticas gubernamentales. «El malestar en el sector es grande. El Gobierno parece no enterarse de la situación que estamos atravesando», expresó Franco, quien también advirtió que cultivos clave como las pasturas y la soja en plena floración enfrentan un escenario desolador. «Está todo muy seco. La situación es crítica».
Por su parte, Gustavo Frederking, vicepresidente de la Sociedad Rural de Junín, fue categórico al señalar que las retenciones son un obstáculo para el desarrollo rural. «Las retenciones son un robo, una confiscación, un pésimo impuesto para el interior. Es plata que se va directamente de los pueblos y ciudades del interior y que nunca vuelve», manifestó.
Frederking también destacó que este esquema impositivo afecta directamente a la producción, la inversión y el empleo. «Necesitamos reglas claras, previsibles. No estamos pidiendo subsidios ni beneficios, pero sí que se elimine este impuesto ridículo, como son las retenciones. El país no puede seguir viendo al campo como una caja».
Mientras el campo reclama políticas que acompañen su recuperación, la falta de lluvias y las altas temperaturas intensifican la crisis. Las señales del suelo son evidentes: pasturas secas, cultivos afectados y una napa freática que no logra reponerse. Como señaló Franco, «No hay mayor indicador que salir al campo y darse cuenta, hasta con solo ver el pasto. Hoy ya lo vemos amarillón, es una mala señal».
«Hoy las señales macroeconómicas son mejores, pero el sector sigue en quebranto», afirmó Gustavo Frederking.
«Este país estaba al borde del precipicio, era un desastre. Se tomaban medidas populistas, arbitrarias y ridículas. Hoy las señales macroeconómicas son mejores, pero el sector sigue en quebranto. Necesitamos un cambio estructural, porque sin un campo fuerte, el país no tiene futuro», consideró Frederking.
Un secror al límite
La Confederación de Asociaciones Rurales de Argentina (CRA) emitió un comunicado que refleja el delicado momento que atraviesa el agro nacional. Según la entidad, “las retenciones están destruyendo la base económica del sector agropecuario”. Este impuesto, aplicado sobre cultivos estratégicos como la soja, el maíz y el trigo, genera una transferencia de recursos desde las economías regionales hacia el Estado, profundizando las dificultades de los productores rurales.
El escenario no solo está condicionado por una elevada carga fiscal, sino también por la crisis climática que afecta a los cultivos de la campaña gruesa, especialmente la soja y el maíz. La falta de lluvias y las altas temperaturas deterioran las condiciones hídricas, reduciendo los rendimientos esperados y agravando los costos de producción.
Soja y maíz: un ciclo agrícola con grandes desafíos
En el caso de la soja, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó en 200 mil hectáreas la estimación de siembra para la última semana, reflejando el impacto de la sequía. Además, el porcentaje de cultivos en condiciones óptimas cayó debido a la falta de lluvias, que podría agravarse durante los primeros días de enero.
El maíz tampoco escapa a la crisis. Según la BCBA, el 87,4% de las 6,6 millones de hectáreas proyectadas ya están sembradas, pero el maíz temprano ha sufrido un deterioro significativo por la sequía que se intensificó en diciembre. Aunque los primeros estadios del ciclo contaron con buena provisión hídrica, la falta de precipitaciones redujo las expectativas de rendimiento.
Incertidumbre financiera y caída de rentabilidad
El sector enfrenta, además, desafíos financieros. Leonardo Sarquis, exministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, señaló que “los próximos 90 días serán clave para determinar quién financia a los productores y cómo estos logran adaptarse a la actual incertidumbre”. Según el especialista, las variables macroeconómicas están cambiando, y eso afecta la forma en que se toman decisiones productivas.
Luis Mogni, consultor y organizador del Congreso de Distribuidores del Agro, advirtió que en 2024 el mercado agroquímico cayó más del 30%, y el área sembrada de maíz disminuyó entre un 15% y un 20%. “Es urgente revisar las retenciones para mejorar los incentivos a la producción y a la incorporación de tecnología”, expresó Mogni.
¿Qué se necesita para reactivar el agro?
Desde CRA insisten en la eliminación de las retenciones como una medida central para recuperar la rentabilidad y motivar la inversión. De no modificarse este esquema impositivo, el sector teme un aumento de los reclamos por una devaluación que permita aliviar los números negativos.
A la incertidumbre económica se suma la desigualdad en los rendimientos por la crisis climática, que podría generar un país con una productividad muy dispar entre regiones. Por ello, los especialistas coinciden en que el Gobierno debe actuar rápidamente para reducir el “costo argentino” y garantizar un entorno productivo más estable.
Federación Agraria reclama quita urgente de retenciones para recuperar rentabilidad
Productores rurales de FAA han levantado la voz en un nuevo llamado al Gobierno para eliminar las retenciones de manera urgente, frente a un panorama marcado por altos costos, precios internacionales deprimidos y una alta carga fiscal que afecta la rentabilidad del agro.
“Hemos sembrado la gruesa con costos muy elevados: insumos caros, arrendamientos altos y precios internacionales que no acompañan. Este panorama fiscal es desolador, los números no cierran”, afirmó Andrea Sarnari, presidenta de la FAA, en declaraciones a Radio Rivadavia. Según la dirigente, la disminución o quita de retenciones sería la medida coyuntural clave para devolver algo de rentabilidad al sector.
La preocupación de los pequeños productores
Sarnari también destacó la preocupación de los pequeños y medianos productores, quienes enfrentan mayores desafíos debido a su menor capacidad de respuesta frente a las adversidades económicas.
“Hay una gran preocupación por el año que viene. Necesitamos señales claras para que exista rentabilidad. Los números son muy complejos, y quienes no tienen espalda financiera o escala para producir más están al límite. La incertidumbre es enorme”, señaló.
Buenas cosechas no garantizan rentabilidad
A pesar de que la cosecha de trigo ha sido muy buena y se espera un desempeño favorable para cultivos como la soja, el girasol y el maíz, Sarnari advirtió que esto no será suficiente para equilibrar las cuentas. “Estamos recuperándonos productivamente desde el campo, pero hacen falta medidas que impulsen una recuperación económica”, subrayó.
El reclamo de FAA se suma al debate más amplio sobre la necesidad de reducir el “costo argentino” y eliminar los derechos de exportación, medidas que los productores consideran esenciales para enfrentar los desafíos actuales y garantizar la sostenibilidad del sector en el próximo ciclo agrícola.
Edición Noroeste 
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