Junín sigue innovando en su oferta gastronómica con la apertura del Parador 1955, un original emprendimiento que combina historia, temática automovilística y cocina de autor.
Situado en avenida Benito de Miguel 1045, este parador invita a turistas y vecios de Junín y la región a vivir una experiencia única.
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Durante el día, funciona como un parador sanguchero, ideal para quienes buscan una comida rápida pero sabrosa. Por la noche, la propuesta cambia radicalmente: cocina al disco, donde los sabores y la presentación se destacan en cada plato.
“La idea es que la gente que visita Junín, los turistas, paren a comer y conozcan la historia de Eusebio Marcilla. Hay mucho fierro, hay mucha pasión”, expresaron los emprendedores a cargo del proyecto. Inspirados por la figura del legendario piloto juninense, decoraron el espacio con un estilo que refleja la esencia del automovilismo.
“Va a ser un sueño largo, lleno de un montón de sueños adentro”, agregaron, emocionados por el lanzamiento.

El origen del nombre
“Este Ford de 1955 es el símbolo que nos inspiró a crear un espacio donde la pasión por el automovilismo y la buena comida se unen”, destacaron los dueños del parador, quienes eligieron rendir homenaje a la época dorada del automovilismo con una propuesta única.
El local cuenta con una pared dedicada a “El legado de los grandes”, un emotivo homenaje a los corredores de automovilismo argentino. En ella se rinde tributo tanto a los pilotos que ya no están como a aquellos que continúan brillando en las pistas. Este detalle convierte al parador en un espacio cargado de historia y pasión que invita a conectar con las raíces deportivas del país.

¿Quién fue Eusebio Marcilla, el «Caballero del Camino»?
Eusebio Carmelo Marcilla (Junín, 1914 – Recreo, 1953) fue un piloto argentino reconocido por su destreza y solidaridad en las pistas de Turismo Carretera. Representante fiel de Chevrolet, destacó no solo por sus victorias sino también por su humanidad.
Uno de los episodios más recordados fue durante el Gran Premio Internacional de la América del Sur, cuando abandonó la carrera para auxiliar a Juan Manuel Fangio y su copiloto tras un accidente en Perú. Este gesto lo inmortalizó como “El Caballero del Camino”.
En Junín, su legado sigue vivo: una plaza y una estatua lo homenajean, y el autódromo local lleva su nombre.

Una propuesta para amantes de la gastronomía y la historia
Con Parador 1955, Junín suma un atractivo único que invita a descubrir sabores y revivir la historia de uno de sus íconos más queridos. Entre su oferta gastronómica, su homenaje al automovilismo y su original decoración, el lugar promete ser una parada obligada para quienes visiten la ciudad. ¡Bienvenidos a 1955!






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