Edición Noroeste

-¿Cómo analizas el rumbo del gobierno de Javier Milei?
 -A nivel país, estamos en una etapa de desorientación total. Las pymes están mal, el comercio está mal, el consumo ha bajado. Esto impacta directamente en la calidad de vida. El índice de pobreza está en el 52%, y aunque uno mire hacia atrás y busque responsables, hoy lo urgente es hacer algo al respecto. Los jubilados también están muy mal, y es triste ver que, en lugar de protegerlos, se les recortan beneficios. Mientras tanto, el presidente está ocupado en actos partidarios, pero la gente está desorientada y no sabe hacia dónde ir. Hubo esperanza en un cambio, pero ahora la frustración es evidente.

-Como empresario, ¿qué panorama ves desde la diaria?
-La realidad es que cada día hay que hacer malabares con los números para sobrevivir. Vemos una demanda enorme de empleo, te llegan currículums a diario. Y aunque se habla de un Junín pujante, la verdad es que el centro comercial está muy golpeado. Es un problema que viene desde la economía nacional, que ha enfriado todo. Si bien no vemos locales cerrados en masa como en otros momentos, eso es porque la gente está haciendo lo que puede para subsistir, vendiendo en redes sociales o intentando atraer clientes con ofertas.

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-En materia de obra pública es muy frustrante ver, por ejemplo, las 149 viviendas de Procrear paralizadas, el paso bajo nivel, la variante de Chacabuco.
-Es una ciudad totalmente paralizada en materia de obras. No hubo previsión ni una administración adecuada de lo que llegó desde Nación o Provincia. La política sigue haciendo marketing, pero la gente ya no compra más. La política sigue tratando de vender algo que la gente ya no compra. El presidente quiere armar actos partidarios, pero te preguntás, ¿en qué contexto del país? No hay nada que festejar. La realidad es que no hay nada para celebrar.

-¿Cómo ves la reacción de la gente frente a todo esto?
-La gente ya no sabe qué hacer. La poca esperanza que quedaba se está agotando. No quieren volver para atrás, pero tampoco ven una salida clara hacia adelante. Solo quieren vivir tranquilos, poder pagar la luz, los impuestos. Y hoy todo es muy difícil, las tarifas están por las nubes.

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-Hablando de esperanza, ¿seguís confiando en Patricia Bullrich? Ella es una pieza clave de este gobierno.
-Sí, Patricia está haciendo un buen trabajo, especialmente en lo que respecta a seguridad. Aunque, como en todo gobierno, hay cosas que no me gustaron, como cuando le pegaron a los jubilados. Eso estuvo mal. Pero también entiendo que en cualquier gobierno necesitás gente capaz de resolver conflictos, y ella tiene esa capacidad.

-Y en cuanto a la lucha contra el narcotráfico, ¿creés que Bullrich está haciendo un buen trabajo?
-Por lo que se ve, está dando la pelea. Pero, claro, lo que se publicita es más el narcomenudeo, los kioscos. Lo grande, el verdadero negocio, a veces se pasa por alto. Es un problema muy complejo, y en Junín también estamos viendo cómo la droga afecta a nuestros barrios.

–En Junín, el problema de seguridad principal parecen ser los escruches y los robos en obras en construcción. ¿Cómo ves esta situación?
-Sí, los escruches y los robos en obras son un gran problema. Antes estábamos mejor que ciudades vecinas como Pergamino, pero hoy ellos están mejor que nosotros. No es que Pergamino mejoró, es que nosotros empeoramos. Y la gente ya se acostumbró a esa realidad, se resigna a que le entren a robar. La estabilidad emocional que teníamos, esa sensación de seguridad, se perdió.

-Veo que tenés una relación respetuosa con quienes están en la conducción actual de seguridad. ¿Te cuesta criticar más abiertamente el tema por esa relación?
-Respeto mucho el trabajo de Lisandro Benito, es una buena persona y un buen funcionario. Ya dije lo que tenía que decir, y no quiero seguir ahondando en críticas.

-De cara al año electoral, ¿tenés pensado participar activamente?
-Sinceramente, en el desorden que hay, prefiero esperar. No me interesa participar en este momento. Hay mucha incertidumbre sobre qué va a pasar con el Gobierno nacional y en la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof está muy fuerte y dudo que lo puedan desbancar.

-¿Este gobierno está haciendo las cosas peor que el anterior?
-Ese es el problema, que no se están haciendo las cosas mejor. Hoy, si hubiera elecciones, Kicillof volvería a ganar. Y es frustrante, pero también es cuestión de tiempo. Yo ya hice mi parte, trabajé mucho, no tengo deudas pendientes con la ciudadanía. Ahora solo queda esperar. Siempre es lo mismo, el gobierno actual le echa la culpa al anterior, y así sucesivamente. Cuando estuve en gestión, siempre asumí la responsabilidad por lo que pasaba, bueno o malo. Ya a los seis meses de asumir, la culpa es tuya, no del anterior. Y así debería ser siempre.