En las calles de Junín, la problemática de las veredas en mal estado se ha convertido en un dolor de cabeza para los transeúntes. Con una alarmante multiplicación de los tramos rotos, esta situación pone en riesgo la seguridad de los peatones, especialmente aquellos de edad avanzada o con dificultades de movilidad.

El deterioro de las veredas obedece, principalmente, a la falta de mantenimiento por parte de los frentistas, que son los responsables de las aceras.

Además, la ausencia de controles efectivos genera que esta problemática se agrave sin control. La falta de inspecciones regulares y, por ende, la escasa aplicación de sanciones a quienes incumplen con sus obligaciones de mantenimiento provocan un ambiente propicio para el deterioro de las veredas.

“Escasas denuncias”

Mario Olmedo, responsable de Control Ciudadano del municipio, afirmó a Edición Noroeste que las denuncias ingresan por el número del municipio (147), el área intima al frentista para que lleve a cabo el arreglo y, si no cumple, se labra una infracción. La realidad es que hay muy pocas denuncias de veredas rotas, en los casos en que hubo denuncias, se intervino”.

Este problema no solo afecta la estética de la ciudad, sino que también representa un serio riesgo para la seguridad de los peatones. Las veredas en mal estado aumentan la posibilidad de accidentes, especialmente para aquellos que tienen dificultades para desplazarse, como personas mayores o con discapacidades.

Ante esta situación, los vecinos hacen un llamado urgente a las autoridades municipales para que tomen medidas concretas para abordar este problema. Se requiere una mayor supervisión y aplicación de sanciones a los propietarios negligentes, así como programas de mantenimiento y reparación de veredas que garanticen la seguridad de todos los ciudadanos.

En varias calles de la ciudad se pueden observar baldosas rotas o ausentes, atribuidas en algunos casos a las raíces de los árboles y en otros a la antigüedad, falta de reposición y al paso de obras de construcción.

Multas

En cuanto a las normativas municipales, la ordenanza 3180 establece multas para los responsables de obras que invaden el espacio de la vereda o depositan materiales en ellas. Del mismo modo, los propietarios son pasibles de sanciones por tener veredas en mal estado, cercos antirreglamentarios u obstruir el paso con objetos o vehículos.

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