Edición Noroeste

El organismo de regulación nuclear de la Nación llevó a cabo una auditoría en el área de radioterapia del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) “Dr. Abraham Félix Piñeyro” de Junín y, según la información obtenida por Edición Noroeste, de fuentes con acceso al expediente, se habrían detectado algunas fallas en el servicio, como por ejemplo, “una deuda de permisos de aproximadamente tres años”.

“Faltan dosímetros para el personal que trabaja en Radioterapia y las autoridades pertinentes no lo han gestionado”, expresó a este cronista una fuente que conoce con pelos y señales el resultado del informe. Los dosímetros son dispositivos que permite estimar la dosis de radiación que recibe el personal del nosocomio en todo el organismo durante un cierto intervalo de tiempo, explicaron fuentes médicas.

Además, se habrían detectado “pastillas vencidas en el equipo de radioterapia”, como así también que “la sala de espera de los pacientes debería estar separada del lugar donde se lleva a cabo la radioterapia”.

“Anteriormente existía ese espacio, pero actualmente está ocupado por el servicio de cirugía”, agregaron.

Edición Noroeste se comunicó con el director del HIGA, Fernando Crocco, quien confirmó que se realizó una auditoría en el servicio de Radioterapia, pero prefirió no hacer declaraciones hasta conocer en detalle el resultado del informe.

“No debería estar funcionando”

“Está en peligro la continuidad del servicio de radioterapia” en el nosocomio provincial que funciona en nuestra ciudad, advirtieron las fuentes consultadas por este medio.

“La bomba de cobalto es una tecnología que atrasa”, graficó un médico del HIGA, que conoce el funcionamiento del servicio. “Hoy se utilizan tecnologías más avanzadas, como el acelerador lineal”, añadió.

Y ahondó: “Habría que cerrar el servicio y atender a los pacientes en otra institución, con tecnología más acorde. Hoy, el promedio de pacientes que se atiende en radioterapia del hospital es de uno por mes, y si se suma el gasto en especialistas y personal, se podrían derivar a instituciones especializadas con tecnología de punta”.

Una larga historia

La bomba de cobalto del servicio de Radioterapia del Hospital atravesó varias dificultades en las últimas décadas. De hecho, dejó de funcionar por el agotamiento de la pastilla de cobalto, la cual tiene una vida útil de cinco años, y durante largos años el establecimiento sanitario debió derivar a los pacientes a otras instituciones médicas de la región, como por ejemplo, Pergamino.