Por Diego García

El recién salido Gente Hazlo Tú Mismo, del músico platense Billordo, es un disco que atraviesa la sonoridad para volverse un artefacto de pensamiento en diversos aspectos: otoñal, de atmósfera de habitación común y corriente (es decir, humano y argento), nos invita a repensar la estructura de poder de los ídolos, la potencia de la producción autogestiva y el espíritu de rebeldía tan apagado en estos tiempos.

Ocho canciones, compuestas y tocadas en guitarra y voz por Billordo, en esta ocasión grabadas en el destacado estudio Romaphonic. El disco tiene una cubierta bellísima, a cargo de Lu Libertina, que sintetiza todos los conceptos puestos en juego. Le niñe adolescente en pleno vuelo imaginativo con su guitarra en una clásica postura billordiana, alzada y agitando su estridencia vertical, un fanzine en una cama desarreglada, las ventanas abiertas y el viento de la libertad inundando la escena, gatos y perros, un póster (del single Letra Mal) y una pelota de fútbol bajo la cama. Detalles, pero cuando el arte dice algo allí es justamente donde enraízan sus sentidos.

«Cuando lo simple y el arte se encuentran, entonces hallamos esa belleza pequeña que nos pone frente al abismo de nuestra también pequeña existencia».

La canción inicial que lleva el título del disco exhala gratitud e invita a todos al rebaño (al gang, a la tribu) de los y las valientes que deciden crear como forma de vida. Luego, “No llores madre”, un pasaje melancólico a la memoria y a la presencia (ahora y siempre) de la lucha: “No llores madre / no llores más / las personas que se van / igual sabés que están”. En tercer lugar viene “Con acordes de punk rock”, una oda a la composición simple. ¿Qué linda palabra esa, no? Lo simple no tiene nada que ver con lo vacío sino todo lo contrario: lo simple nos saca de los adornos superfluos y del exitismo acumulativo; nos devuelve una mirada limpia, una respiración posible, sin las demandas de este tiempo cruel. Cuando lo simple y el arte se encuentran, entonces hallamos esa belleza pequeña que nos pone frente al abismo de nuestra también pequeña existencia. Una forma de valorarnos en este devenir. La siguiente, “Hi how are you (gang gang gang)” mezcla sin pudores el inglés, los gustos propios y la proclama de lo que se es. Un temazo que sin dudas en vivo será una fiesta. Seguimos con una composición que lleva otro sello reconocible de su autor, la toma de posición antiheroica: “No soy romático soy boludo”, con suavidad, silbidos y un dardo directo al corazón de la espontaneidad. La sexta parada es “Letra Mal” que ya había salido como single en 2023; “Yo solo quiero imaginar / un mundo sin guerra y tanto mal”, ajustada ahora a la atmósfera musical de esta serie. La penúltima, “Yo quiero un mundo mejor” es una respuesta a la anterior: para conseguir ese mundo mejor nos dice, sin rodeos, “es la hora de luchar”. El broche final lo pone “Amor al prójimo”, una balada cautivante contra el egoísmo. Mensajes claros si los hay, comunidad y contracultura. Así es Billordo.

La sintonía de una obra a pura guitarra acústica y voz ha sido llevada en estas grabaciones, a cargo de Eric Kamatsu y Luis Baumann, a una armonía agradable y cuidada (el responsable de la masterización fue el norteamericano Carl Saff), sin que pierda los bordes de la hechura Do It Yourself. Es una decisión en lo profundo del corazón humano: amanece, otro día en este mundo, ¿voy a producir dolor y destrucción o voy a producir una canción, un poema, una pintura? No hay ser humano que, consciente o inconscientemente, no se enfrente cada mañana a esta pregunta. Algunos elegirán mirar para otro lado y pensar que no tienen opción, otros usarán –como el personaje de la portada de este disco- los vientos de abril para impulsar un espíritu mejor. El álbum se presentará el sábado 4 de mayo, a las 20.00, en Niceto Bar. Pueden escucharlo en todas las plataformas. ¡Gang gang gang!

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