Por Alejandro Franco (*)

La determinación por huir del pasado (gobierno de los Fernández y Massa) es tan intensa que, a veces, parece que nos pasamos tres estaciones. Entonces es entendible que la gente demande algo menos doloroso y que el shock que propone el Gobierno desconcierte a muchos. Si algo estaba claro es que el cambio que se pedía era totalmente disruptivo, ese era el principal activo que votó la ciudadanía, y creo que sabía lo que hacía, porque si algo se le cuestionaba a Macri es haber caído en el gradualismo y no haber encarado al toro por las astas. Si quedó alguna lección, si algo dejó aquella experiencia, fue lo siguiente.

Primero, que la macro manda y la micro acompaña. Se pueden hacer todas las reformas microeconómicas bien, pero si el dólar es un barrilete o la inflación es un delirio, se lleva todo puesto. Segundo, no hay que perder de vista de dónde venimos. Cepos, tipos de cambios múltiples, desdoblamiento, es decir, todos los parches habidos y por haber para que Massa pueda ganar las elecciones y perpetuarse en el poder. Todas maniobras de maquillaje que desembocaban en una hiperinflación.

Entonces, ya aprendimos que no se soluciona tapando la consecuencia, hay que atacar la causa y la causa es que tenemos un agujero fiscal en el que todo el tiempo se recurría a la maquinita de emitir y si no se dejaba de hacer, el dólar iba a seguir siendo imparable. Teníamos 20 tipos de cambio para disimular el desastre que hicieron con la política fiscal y monetaria en cuatro años. Y para no reconocer las consecuencias de ese desastre hicieron una devaluación sin mencionarla.

Tercero: es vital construir músculo político para que los cambios se consoliden y las reformas no sean reversibles. Es fundamental construir puentes con los gobernadores y el Congreso, es decir, más política. Y para eso es imprescindible que gran parte de Juntos (Pro, sectores del radicalismo, Encuentro Republicano, Pichetto), junto a La Libertad Avanza vayan hacia una coalición o confederación de partidos, para darle volumen político a las medidas económicas, que nos permitan integrarnos al mundo y salir definitivamente del infierno en que nos metieron.

Por último, voy a citar a Paul Krugman, premio nobel de Economía: “No te quedes corto con las reformas, pasáte de largo».

(*) Referente de Encuentro Republicano, en Juntos por el Cambio.

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