
Oscar Jalil, reconocido periodista y crítico musical, presentó el viernes último, en el Aula Magna de la Unnoba, su último libro, “Luca Prodan: Libertad divino tesoro”, una investigación periodística y musical que invoca la memoria colectiva y en su multiplicidad de fuentes, voces y testimonios reconstruye la vida y obra del líder de la mítica banda de rock Sumo. Por su precisión, rigor histórico y multiplicidad de fuentes, se convierte en un libro definitivo sobre una figura central del rock argentino que lo cambió para siempre.
En el inicio de la charla, Jalil se refirió a los orígenes familiares de Luca y describió cómo fue el proceso de producción de un libro extenso, con más de noventa entrevistados. “Viajé a entrevistar al baterista (“Superman” Troglio), que no suele dar notas, y lo encontré en un pueblito entre Cosquín y La Falda, y hubo que convencerlo, lo mismo con Mónica Stromp, la novia de Luca, que vive en Alemania”, contó el periodista, que es coordinador de la FM de Radio Universidad de La Plata y escribe en la revista Rolling Stone.
Luca, que estudió en un colegio escocés con el príncipe Carlos, del cual, por supuesto, se escapó, provocó con su rebeldía e inconformismo “una liberación en el rock argentino”.
El evento, realizado en el contexto de un ciclo de charlas del área de Extensión universitaria, que está a cargo del licenciado Juan Pablo Itoiz, estuvo coordinado por las profesoras de Letras Florencia Baez Damiano y María Silvia Biancardi, y se realizó con una muy buena afluencia de público, que se acercó para escuchar al autor del libro.
“En plena dictadura, y en medio de la guerra de Malvinas, con Inglaterra, Luca cantaba en inglés, y obviamente no conseguían lugares para tocar, pero no importaba, porque Sumo tocaba en cualquier parte”, afirmó, y agregó que el italiano, que estudió en un colegio escocés con el príncipe Carlos, del cual, por supuesto, se escapó, provocó con su rebeldía e inconformismo “una liberación en el rock argentino”.
Jalil contó que en uno de los pasajes del libro, Diego Arnedo afirma que “al rock argentino le hacía falta locura”, y que esa era una de las concepciones de Luca en la banda.
“Para graficar la época en la que surge Sumo, basta con decir que en un concierto a Pedro Aznar se le rompe el afinador y no sale a tocar; me encanta Serú Girán, pero Luca representaba esa actitud directa, punk, de la antifama, de sentarse a tomar algo con los linyeras en Retiro, pero no para sacarse una selfie; Luca era auténtico”, expresó.
“Sumo mezclaba rock, reggae, pospunk, y Luca era muy fanático de la libertad, le importaba poco lo que pensaba la gente”, afirmó. “Si hay algo bueno que tiene el rock es no bancarse lo establecido”, acotó.
En plena dictadura, y en medio de la guerra de Malvinas, con Inglaterra, Luca cantaba en inglés, y obviamente no conseguían lugares para tocar, pero no importaba, porque Sumo tocaba en cualquier parte”
“Cuando explotó el punk, acá se hacía jazz rock, nos perdimos cuatro años de punk, porque Los Violadores aparecieron en 1980”, dijo.
“A 30 años de su muerte, el legado de Luca es la autenticidad”, cerró.