Bailabas
y bailabas,
y en esos instantes
no hacías
sino recuperar
un estado de felicidad
justo en ese espacio
donde hasta
hace horas
sólo cabía
la desilusión.
Bailabas
y bailabas,
y en esos instantes
no hacías
sino recuperar
un estado de felicidad
justo en ese espacio
donde hasta
hace horas
sólo cabía
la desilusión.