
«La poesía impone su protagonismo sobre las cajas de ritmos, en una trama que mantiene los «sonidos tontos» y espaciales de los 80, los golpes de pista, los bajos melódicos, y una voz que no necesita del histrionismo para convencer.»
Por Franco Ruiz
El dúo electropop Matilda, integrado por Juan Manuel Godoy e Ignacio Espumado, oriundos de Rosario, acaba de lanzar un nuevo simple, titulado «A las canciones de amor/ Cuestión particular», donde confirman su sensibilidad para activar bombas de relojería indie.
En línea con sus trabajos anteriores («Para ser movimiento», de 2009; y «Las acciones cotidianas», de 2012), la poesía impone su protagonismo sobre las cajas de ritmos, en una trama que mantiene los «sonidos tontos» y espaciales de los 80, los golpes de pista, los bajos melódicos -que se confunden con punteos de guitarra-, y una voz estable, madura y lúcida, que no necesita del histrionismo para convencer.
En «Cuestión particular», la sensualidad de la línea vocal cabalga sobre acústicas, percusiones, cuerdas sintetizadas, aplausos y marimbas, para llegar a un estribillo hercúleo y pospunk, que llama a la liberación: «Para mi ya no hay otro día/ exploremos alegrías/ déjate curar las heridas/ y olvidemos las mentiras».
«Cuestión particular»
Es una cuestión particular
Una forma de pensar
En el mañana
Es todo el pavor de la ciudad
Es por lo que te quiero amar
Con tantas ganas
Porque estamos en la cama
Porque no hay televisión
Porque el tiempo que se pasa
Se acabó
Para mi ya no hay otro día
Exploremos alegrías
Déjate curar las heridas
Y olvidemos las mentiras
Sé que nos podemos olvidar
De ese miedo cultural
Que nos engaña
Piensa siempre la mortalidad
Por que no hay eternidad
En el mañana.